El
Krill antártico previene y mejora
los problemas vasculares
Un
pequeño crustáceo con grandes
propiedades terapéuticas y nutritivas
La
arterioesclerosis, el cáncer y
el Sida encuentran un enemigo llegado
del frío
Largos
y sacrificados años de investigación,
desarrollados fundamentalmente en la base
uruguaya de Artigas en la Antártida,
permitieron al Dr. Bartolomé Ángel
Grillo y su equipo multidisciplinar no
sólo descubrir las cualidades del
Krill - pequeño crustáceo
que habita en las aguas heladas - sino
desarrollar un extracto para el consumo
humano que es único en el mundo.
El producto extraído del Krill
ha sido presentado por el doctor Grillo
con el nombre de Vitalkrill y está
llamado a provocar una revolución
por sus excelsas propiedades en el campo
de la prevención de las enfermedades
vasculares, que son la mayor causa de
muerte en el mundo, y porque posee un
altísimo contenido proteico que
lo hace imprescindible para la alimentación
humana.
Una larga investigación
El proceso que llevó al Dr. Bartolomé
Ángel Grillo y a su equipo multidisciplinario
a descubrir las cualidades del Krill y
a desarrollar un extracto apto para el
consumo humano comenzó en 1985
y se ha prolongado durante más
de una década. El doctor Grillo
presentó entonces una hipótesis
de trabajo que se consideró original:
estudiar la arterioesclerosis en los pingüinos
de la Antártida. Sin más
instaló su laboratorio en la base
uruguaya de Artigas en la Antártida
y, con la ayuda del Instituto Antártico
Uruguayo, inició su trabajo de
investigación con los pingüinos.
Fueron largos y sacrificados años
de estudio sin bibliografía ni
antecedentes científicos y en unas
condiciones durísimas (temperaturas
muy bajas, dificultades de alimentación,
lugares inhóspitos, etc). El Dr.
Bartolomé Ángel Grillo,
especialista en radiología y angiología
terapéutica con más de treinta
años de experiencia, numerosos
premios, trabajos publicados y cargos
oficiales en las más altas instituciones
internacionales, y un equipo multidisciplinario
formado por biólogos, médicos,
veterinarios, ingenieros, anatomopatólogos
y radiólogos, encontraron que los
pingüinos no desarrollaban arteroesclerosis
como los humanos u otros animales. Fue
necesario estudiar las diversas especies
en los correspondientes grupos de edades
y sexos, llevar hasta Montevideo muestras
de órganos, venas, sangre y arterias,
así como realizar biopsias, análisis
y diversas pruebas.
La razón por la que los pingüinos
no padecían arteroesclerosis pudo
haber sido su condición de ave,
su alimentación o el lugar en que
habitan. Sin embargo había un dato
curioso: cuando se operaba a un pingüino
siempre tenía la panza llena de
Krill. El mundo entero sabía que
este crustáceo no producía
colesterol y era rico en proteínas,
pero el Dr. Grillo y su equipo reestudiaron
su composición y encontraron en
él un ácido graso, llamado
Omega 3, que protege las arterias.
Toda la experimentación se desarrolló
de acuerdo con las leyes de protección
de los animales y, terminado el trabajo
con los pingüinos, se trasladó
la investigación al conejo y al
cobaya, que son animales que desarrollan
colesterol y una arteriosclerosis similar
a la humana. El doctor Grillo comprobó
entonces que en los animales alimentados
con Krill, las placas de grasa (ateromas)
se detenían e, incluso, disminuían
su tamaño.
En ese momento se pasó el producto
a los humanos con resultados que, al cabo
de uno o dos meses de consumo, se tradujeron
en mejorías notables: la sangre
circula con mayor facilidad porque las
placas de grasa, al no adherirse a las
paredes de las arterias, no le obstruyen
el camino. Así, el ácido
graso Omega 3 concede al Krill antártico
propiedades antiaterogénicas derivadas
de sus efectos antitrombóticos,
antihipertensivos, antiinflamatorios y
normolipemiantes.
El
Krill antártico
El
Krill, Euphasia superba, es un pequeño
crustáceo de aproximadamente tres
centímetros de largo que abunda
en las aguas heladas de la Antártida
debido a un importante daño ecológico:
la caza indiscriminada de ballenas. Estos
mamíferos acuáticos eran
los principales consumidores de Krill
pero su práctica extinción
ha hecho que la abundancia del crustáceo
doble la biomasa humana por lo que su
captura no modifica el ecosistema.
Las características bioquímicas
del Krill son el alto contenido en flúor
de su caparazón y el poseer una
rápida autolisis después
de la pesca. Estos aspectos obligan a
separar - en menos de cuatro horas y a
5 grados centígrados - la pulpa
del caparazón en el mismo barco
pesquero, obteniendo así una sustancia
apta para la alimentación humana.
El alto contenido proteico del Krill antártico
- 63,7 por ciento de peso seco en la pulpa
con un 45 por ciento de aminoácidos
esenciales - lo convierten, teniendo en
cuenta su biomasa, en la reserva potencial
proteica del mundo. Además, este
crustáceo puede considerarse uno
de los productos marinos con efectos antiaterogénicos
dado su bajo contenido en colesterol (30mg/100g),
su alto porcentaje de ácidos grasos
Omega 3 (l,47mg/100g) y la presencia en
él de vitaminas A, B y D así
como de oligoelementos, especialmente
de selenio. El contenido total lipídico
del Krill es de 4,73g/100g de peso húmedo,
correspondiendo 4,42g a los ácidos
grasos totales, donde predominan los ácidos
grasos poliinsaturados. De este modo el
Krill constituye también una reserva
natural de ácidos grasos de la
serie Omega 3.
VitalKrill
Con
todas estas ventajas, el Dr. Bartolomé
Ángel Grillo ha desarrollado y
patentado un producto denominado Vital-krill
compuesto de polvo de Krill concentrado.
Se trata de un complemento nutricional
más que de un medicamento y, por
ser totalmente natural, carece de contraindicaciones.
Tiene un alto contenido en ácidos
grasos de la serie Omega 3 y también
ácidos grasos poliinsaturados,
monoinsaturados, saturados, eicosapéntanoico
y docosahexaenoico, contiene proteínas
(70 por ciento), vitaminas (C, E, D, A
y complejo B) y minerales (calcio, fósforo,
hierro, flúor, potasio, selenio,
etc...).
El Vitalkrill actúa como antiinflamatorio,
tiene la propiedad de disminuir las placas
de ateroma y es un antitrombótico
que impide que la sangre se coagule rápidamente.
En resumen: detiene, mejora y previene
las complicaciones vasculares. Además
este producto es dinamizante del aparato
inmunológico, mejora el desarrollo
neurológico y la visión
en los niños, ayuda a prevenir
las caries y a corregir las descalcificaciones
pre y post menopaúsicas que desembocan
en la osteoporosis.
La dosis sugerida de Vitalkrill es de
una cucharada (10-15grs.) al día
disuelta en líquidos fríos
o calientes. Su olor es suave y sabe a
crustáceo, además tiene
un bajo nivel calórico, es decir,
no engorda.
Es también posible administrar
el krill en cápsulas a los que
no gusten de su sabor marino.
Los
Ácidos Grasos Poliinsaturados,
conocidos como Pufa por su abreviatura
del inglés (Poiyunsatured Fatty
Acids), son constituyentes naturales de
las grasas animales y vegetales. En el
organismo se encuentran en las membranas
celulares y tienen una función
energética. Se les llama poliinsaturados
porque tienen varios enlaces dobles en
su fórmula química. Existen
dos familias principales de estos ácidos:
los Omega 3 y los Omega 6. Los primeros
se encuentran principalmente en el Krill
y en el aceite de pescado aunque también
pueden hallarse en algunos aceites de
origen vegetal.
Según el Dr. Grillo todas las personas
que llevan un tipo de vida occidental
consumen demasiadas grasas y sin embargo
el porcentaje de grasas poliinsaturadas
-beneficiosas para la salud - es insuficiente
ya que el déficit medio de éstas
es de un gramo diario en las poblaciones
de los países más desarrollados.
Los niños y las personas con alto
riesgo de enfermedades cardiovasculares
son los grupos más sensibles a
presentar deficiencias de Ácidos
Grasos Poliinsaturados. Pero es en situaciones
fisiológicas concretas como la
tercera edad, el periodo de crecimiento
o los momentos de estrés, cuando
las necesidades de Pufa se hacen más
acuciantes.
La
arteriosclerosis
Podría
considerarse que la arteriosclerosis es
el flagelo de este final de siglo. Se
trata de una enfermedad crónica
progresiva que causa el 42 por ciento
de las muertes de la humanidad, alcanzando
cifras que superan los doce millones de
defunciones anuales en el mundo.
Según la definición de la
O.M.S, la arteriosclerosis es "una
combinación variable de cambios
en la capa íntima de las arterias,
consistente en la acumulación focal
lípidos, carbohidratos complejos,
productos sanguíneos, tejido fibroso
y calcio, asociados con cambios de la
capa media. Produce endurecimiento progresivo
de su pared, dando lugar a fenómenos
de calcificación, ulceración
y trombosis". La arteriosclerosis
causa dos lesiones características:
la sobrecarga lipídica y la placa
fibrosa, ambas originadas por lípidos,
especialmente por el colesterol.
Los factores de riesgo que propician la
arteriosclerosis van desde la hipertensión
y el alto índice de colesterol,
hasta las huellas genéticas, el
tabaquismo, el sedentarismo, el estrés,
la obesidad o la diabetes. Actualmente,
el 20 por ciento de las personas mayores
de treinta y cinco años sufre hipertensión
pero, al igual que el colesterol, puede
presentarse en todas las etapas de la
vida.
La obstrucción que producen en
las arterias las placas de grasa (ateromas)
no sólo provocan infartos y enfermedades
cardiovasculares, sino que afecta a todo
el cuerpo. Y es que existen infartos en
el cerebro, en los riñones, en
los miembros inferiores, en las carótidas,
en la aorta, etc... Por todo ello puede
afirmarse que las enfermedades vasculares
en general causan más muertes que
el Sida o el cáncer.
El doctor Bartolomé Ángel
Grillo ha dedicado su vida a mejorar la
calidad de vida de las personas y para
él es muy importante concienciar
a la población de la necesidad
de modificar sus malas costumbres higiénicas,
sedentarias y alimenticias. A ello espera
colaborar con el Vital-Krill, el concentrado
de polvo de Krill que aporta ácidos
grasos al organismo mejorando los síntomas
de insuficiencia circulatoria tales como
la angina de pecho, la claudicación
intermitente o la insuficiencia cerebro
vascular y actuando favorablemente sobre
las alteraciones en el perfil lipídico,
es decir, alteraciones anormales de colesterol
y triglicéricos.
Sida
y cáncer
Los
estudios realizados en Uruguay sobre el
ácido graso denominado Omega 3,
que además coinciden con los realizados
en el Instituto Weizman, concluyen que
éste es un gran estimulante del
sistema inmunológico. Por ello
se está empleando en el tratamiento
de los enfermos de Sida y de las personas
que padecen cáncer, por ejemplo,
de colón, de mama o de pulmón.
Según el Dr. Grillo sería
incorrecto decir que el elemento contenido
en el Krill cura estas enfermedades, pero
lo cierto es que mejora la calidad de
vida de quienes las padecen. Los enfermos
de Sida quedan expuestos a las llamadas
enfermedades oportunistas dado su estado
de inmunodeficiencia por lo que el consumo
de Krill, teniendo en cuenta su papel
revitalizador del metabolismo y fortalecedor
del sistema inmunológico, ayuda
a detener el avance de la enfermedad.
Por
Alejandra Ruiz-Hermosilla
|